DISCO FREAK DEL MES:
RICARDO RAY ORCHESTRA- LET'S GET DOWN TO THE REAL NITTY GRITTY (ORIG. 1968 / REED. 2002)
A pesar del escasísimo éxito de las últimas entregas, seguimos empeñados en mantener viva esta entrañable sección de nuestro blog, entre otras cosas porque creemos que sirve para descubrir discos diferentes y para ofrecer planteamientos distintos de los que habitualmente tienen cabida en Trashsistors. No obstante no somos masoquistas ni pretendemos luchar contra los elementos, así que si el interés despertado por esta sección no aumenta de manera que proliferen los comentarios, nos veremos obligados a renunciar al Disco Freak del Mes. En esta ocasión me gustaría dedicar este disco freak a mi querido amigo Lobok75, y lo hago a tenor de unas palabras suyas en los comentarios de un post de esta santa casa, donde afirmaba no estar muy interesado por la línea que seguía el sello Vampisoul. Cuando leí aquello no lo pude creer, mi buen amigo citaba algunas excepciones, pero obviaba el magnífico trabajo que ha realizado este sello en los últimos años salvando del olvido verdaderas joyas del soul y muy especialmente de la música latina de los gloriosos 60's. A las pruebas me remito, en el catálogo de Vampisoul encontraréis reediciones de Cachao, Monguito Santamaría, Cal Tjader, Ray Barretto, Pete Rodríguez, Joe Bataan, y un largo etcétera de artistas, más o menos conocidos, que contribuyeron con sus discos al desarrollo comercial de la música latina. Por todo ello, y por la admiración que despiertan los sonidos sesenteros en mi buen amigo, me sorprendió que Vampisoul no fuese uno de los sellos de cabecera del bueno de Lobok75.
Así que me he dispuesto a darle la réplica a mi querido amigo con el ánimo de demostrarle que éste sello se encuentra entre lo más selecto del panorama actual, y que su tarea de recuperación de clásicos de la música latina con más groove es impagable. Para ello he elegido un disco fantástico, a la par que divertidísimo: "Let's Get Down To The Real Nitty Gritty" de Ricardo Ray y su Orquesta. Ricardo Ray, quien también publicó un buen número de discos bajo el nombre de Richie Ray, es una verdadera institución en la historia de la música latina más bailonga, aquella que pasó a llamarse Boogaloo. El Boogaloo surge a principios de los años 60's, como reivindicación latina frente la música anglosajona que inundaba las pistas de baile de todo el mundo; ante la avalancha del soul, el boogie-woogie y el incipiente funk que monopolizaba los ambientes más bailongos, los latinos de los barrios yanquis decidieron que había que crear un nuevo estilo que recogiese sus raíces latinas, una música con la que sentirse identificado.
Así es como nació el Boogaloo, como protesta, y lo hizo combinando dos estilos en apariencia tan dispares como son la Guajira y el Rock'n'Roll, junto con unas letras cercanas a los jóvenes y que se movían entre los conflictos sociales y el puro hedonismo; lo que no eran capaz de imaginar sus artífices es que en un brevísimo período de tiempo este nuevo estilo se implantaría con fuerza en las discotecas de los USA. Neoyorquino, hijo de puertorriqueños, Ricardo Ray fue uno de los pioneros del Boogaloo y se convirtió en una figura de culto para la comunidad hispana de los USA, Ray era un pianista virtuoso (no en vano fue conocido con el sobrenombre de "El Embajador del piano") y tenía a sus órdenes una orquesta que era pura dinamita, además era compositor, productor y arreglista, una de las figuras más interesantes de la música latina de los 60's y de los primeros 70's, un auténtico "best seller". En 1968 Ricardo Ray ya se había abierto camino en el competitivo mercado discográfico estadounidense, así que decidió hacer un disco de versiones de música norteamericana, un album en el que versionearía clásicos del soul como "Soul Man" o "Cool Jerk", sin hacer ascos a sonidos más fuertes como los representados en temas como "Sookie Sookie" o "Nitty Gritty"; sería su forma de acercarse prudentemente al Rock'n'Roll, pero sin perder de vista los ritmos latinos, sería uno de sus mejores discos, sería "Let's Get Down To The Real Nitty Gritty".El disco es grande desde la propia portada, la cual resulta muy en la línea de las que sacaban los grupos de rock de la época, en absoluto parece una portada de una banda de música latina, es moderna y original, se podría decir que incluso tiene un aire bastante hippie. Aunque lo mejor, obviamente está en el interior, 12 temas como 12 bombas de nitroglicerina bailonga; joyas del soul, el R&B y el rock'n'roll de los 60's pasadas por el peculiar filtro de Ricardo Ray, que harán que no podáis dejar de mover los pies. Entre mis favoritas: "California Sun" y "Shout", ideales para animar cualquier fiesta que se precie de serlo, aunque evidentemente el resto del repertorio no desmerece; como ya hemos adelantado, a lo largo del disco desfilan cortes de la talla de "Soul Man", "Cool Jerk", Mony Mony", "Soul Mexico" o "Ya Ya", temas que se instalarán en vuestros cerebelos y ya no os abandonarán hasta el día en que os coloquen la mortaja. El ritmo frenético de algunos temas, los metales de la orquesta, el carisma del propio Ray, todo ello compone un cocktail infalible para que este disco os conquiste y os inocule el veneno del Boogaloo. Seguro que en cuanto os enganchéis a este disco empezáis a bucear en el exquisito catálogo de Vampisoul en busca de artistas como Joe Bataan, Joe Cuba, Pete Rodríguez, Monguito Santamaría, y muchos otros grandes de este estilo que hizo que los hispanos de los USA recuperasen su orgullo y su sitio en una sociedad que los ignoraba (sí, entonces mucho más que hora, más todavía), gracias al Boogaloo muchos se convirtieron en los más guapos y en los más chulos del barrio.
Ricardo Ray fue una gran figura de la música que vendió discos como churros, especial éxito tuvieron sus colaboraciones con otro mago del ritmo, Bobby Cruz. Pero todo cambió a partir del año 1974, momento en el que Ricardo se convirtió al evangelismo, a partir de ese momento sus letras se dedicarán a difundir el mensaje religioso y se acabarán las descargas, el boogaloo y la salsa de temática pícara y picantona. Hoy en día Ricardo Ray sigue en activo, junto con Bobby Cruz, aunque en sus conciertos se combinan sus clásicos inmortales, sus frenéticos boogaloos, junto con las composiciones de temática religiosa. En "Let's Get Down To The Real NItty Gritty" os vais a encontrar con un Ricardo Ray en su mejor momento de forma, así que no dejéis pasar la ocasión de haceros con este disco que, si bien no va a solucionar la crisis económica que afecta al mundo, conseguirá haceros pasar muy buenos momentos mientras meneáis la cadera al ritmo del Boogaloo. Y tú Lobok75, a ver qué te parece... Se despide el Disco Freak hasta el mes que viene, concretamente hasta el día 28 de febrero, bueno, si vosotros queréis que siga, claro está. Espero que os guste.
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